Congelarse y revivir en el futuro es una idea que no solo ha sido posible desde la ciencia ficción. Si bien procesos así todavía no han presentado casos de éxito en humanos —pese a la cantidad de cuerpos congelados que existen— sí hay experiencias positivas en animales, como el reciente caso de un gusano.
Un nematodo (gusano redondo), de una nueva especie, permaneció 46.000 años congelado, a 40 metros bajo la superficie de permafrost, en Siberia, y recientemente fue despertado por un grupo de científicos.
El estudio que describe el suceso, publicado en la revista Plos genetics, indica que los hallazgos demuestran que los nematodos han desarrollado mecanismos que les permiten suspender su vida en escalas de tiempo geológicas. Se estima que se trata del mayor periodo de tiempo en el que un animal congelado ha logrado volver de un estado inerte.
“Nuestros hallazgos aquí son importantes para la comprensión de los procesos evolutivos porque los tiempos de generación podrían extenderse desde días hasta milenios, y la supervivencia a largo plazo de individuos de especies puede conducir a la refundación de linajes que de otro modo estarían extintos”, señala el documento de la investigación.
¿Cómo sobrevivió el gusano?
El gusano, denominado Panagrolaimus kolymaensis, sobrevivió porque estaba en un estado criptobiótico, según señaló Teymuras Kurzchalia, uno de los científicos que participaron en la investigación, al portal CNN. Durante la criptobiosis, los organismos pueden permanecer en un estado entre la vida y la muerte, y soportar la ausencia total de agua u oxígeno, así como temperaturas extremas, explicó.
Durante la investigación, se identificó que tanto la especie nueva como Caenohrhabditis elegans. otro organismo con el que fue comparado, presentaban genes comunes relacionados a la criptobiosis. Ambos especímenes, tras ser disecados, aumentaron la producción de un azúcar llamado trehalosa, componente que les habría permitido sobrevivir a la congelación severa.
Además de los nematodos, otros animales que también han sobrevivido a criptobiosis son los tardígrados y los rotíferos.
¿Dónde encontraron al nematodo?
El espécimen fue captado a partir de muestras recolectadas de una madriguera fosilizada en depósitos de limo, en el noreste del Ártico. Luego de ser revisado por investigadores, se determinó que pertenecía a una especie no descrita anteriormente.
La posibilidad de explotar el permafrot como fuente para reanimar organismos multicelulares ha sido reconocida desde 1936 y ha dado paso a numerosas investigaciones. Por ejemplo, un crustáceo Chydorus sphaericus, que fue despertado tras miles de años, en Transbaikalian, Rusia.
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