El congresista José Jerí Oré, de Somos Perú, ha propuesto exonerar excepcionalmente del Impuesto General a las Ventas (IGV) a los principales productos de la canasta básica familiar a favor de los departamentos, provincias y distritos que hayan sido declarados en estado de emergencia con la finalidad de atenuar el impacto negativo que trajeron consigo las lluvias intensas y huaicos.

“La venta y transacción de alimentos contiene un Impuesto General a las Ventas (IGV), si buscamos un beneficio como la exoneración de este tipo de arancel, promovemos la seguridad alimentaria y el acceso a una alimentación saludable y nutritiva para toda la población, especialmente para los sectores más vulnerables”, se expone en el documento.

El PL 4801, presentado este miércoles 26 de abril, establece una tasa de 0% de IGV para los siguientes productos que conforman la canasta básica familiar: arroz, conserva de pescado, carne de cerdo, res y aves, huevos, azúcar, lentejas, trigo, pastas, pan y agua mineral.

Con respecto a la vigencia, la medida regiría por 45 días contados desde el día siguiente a su publicación en el diario El Peruano, así como un día después de la declaratoria de emergencia por causa de desastres naturales de alguna región, provincia o distrito del país. La medida se podría prorrogar por única vez y por un plazo máximo de 30 días a través de un decreto supremo emitido por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).

De aprobarse la medida, el MEF tendría 20 días hábiles para publicar las normas reglamentarias. Por su parte, la Sunat y el Indecopi deberán realizar el seguimiento y evaluación de los precios de venta al consumidor final. La iniciativa legislativa aún debe pasar por la evaluación de las comisiones del Congreso antes de llegar al Pleno para su debate y votación.

Informalidad evita que se beneficien los más vulnerables
Cabe recordar que de mayo a julio de 2022 estuvo vigente la exoneración de IGV a cinco productos de la canasta básica; sin embargo, la medida no tuvo el impacto deseado, que era aliviar las economías familiares debido al alto precio de los alimentos, por lo que el Gobierno decidió no prorrogarla.

Por ejemplo, Enrique Castellanos, docente de Economía de la Universidad del Pacífico, señaló que el impacto en los precios finales de los alimentos sería minino debido a que el alza de precios es un fenómeno global y a la informalidad que existe en el mercado de estos productos.

“De hecho, habrá una disminución, pero no se verá el 18% reflejado en los precios. El impacto que se sentirá no será mucho, es un paliativo dentro de una tendencia mundial que es difícil de sopesar”, comentó en su momento.

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