La culminación de la campaña agrícola 2022-2023 en la región Puno ha estado marcada por una de las peores crisis hídricas de los últimos 40 años. Los impactos de esta situación se reflejan en una alarmante pérdida del 52.9% en la cosecha de los 62 productos que comúnmente se siembran en esta zona, según indicó Germán Cutipa Flores, director de estadística agraria e informática de la Dirección Regional Agraria (DRA).
Desde el inicio del periodo de siembra, que se extendió de agosto a diciembre de 2022, se experimentaron los perjuicios causados por el estrés hídrico. Esta situación resultó en la renuncia de más de 46 mil hectáreas de cultivos de pan llevar, afectando la seguridad alimentaria y económica de la región.
La maduración y el crecimiento vegetativo de los cultivos también se han visto fuertemente afectados, lo que ha llevado a una considerable disminución en la producción. Cutipa destacó que incluso la cosecha, que debía haber finalizado en junio, se prolongó en casi un mes debido a las dificultades climáticas.
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