A raíz de la pandemia del nuevo coronavirus, el trastorno depresivo se ha incrementado considerablemente y, según la Organización Mundial de la Salud, será la principal enfermedad de salud mental en el mundo.
Esta enfermedad la padecen 300 millones de personas, de acuerdo con los datos brindados por la OMS, y en la actualidad se han manifestado más casos.
A pesar de que es un trastorno muy frecuente y que abunda la información en torno a este, todavía hay mitos y desinformación que han hecho que la depresión se confunda o se interprete únicamente como un estado de ánimo o una debilidad personal.
En ese contexto, a continuación, citaremos los cinco mitos más comunes que hay sobre esta enfermedad mental.
“Sólo está triste”
Quizá la idea más arraiga que se tiene respecto al trastorno depresivo es que es un padecimiento que se presenta exclusivamente como una sensación de tristeza o desánimo. Sin embargo, esto no siempre es así, ya que la tristeza es considerada una emoción pasajera que puede producirse por una situación circunstancial que interfiere con el estado de ánimo. La depresión, en cambio, es un trastorno mental que, de acuerdo con la Clínica Universidad de Navarra, se relaciona con una serie de factores biológicos, sicosociales y/o de personalidad.
Generalmente las personas con depresión se sienten poco útiles o incluso sin valor. Por lo tanto, es común que un enfermo de depresión deje de hacer actividades que habitualmente hacía o le hacían sentir bien consigo mismo.
“Se alivia sola”
Este factor se relaciona con el anterior, ya que al pensar que la depresión es un sentimiento de tristeza, este desaparecerá con el tiempo y de manera natural. Sin embargo, es un error. Como toda enfermedad, la depresión requiere atención médica especial, ya que el grado de la enfermedad puede ser diferente en cada individuo.
En esa línea, la alternativa de solución puede ir desde terapia, cambios en el estilo de vida, incluso hasta la medicación.
“Aparece por malos momentos”
Investigaciones recientes han comprobado que la depresión puede producirse por factores genéticos o por la alteración de ciertas hormonas. También, el uso excesivo de sustancias como el alcohol o las drogas pueden desencadenar que una persona se vuelva depresiva.
El factor antes expuesto pone fin a la idea que la depresión aparece exclusivamente por alguna mala vivencia o un problema que alguien esté atravesando.
“Es de gente débil”
El trastorno depresivo se desprende de una serie de factores biológicos, sicosociales o de personalidad, lo que significa que los casos de depresión no se deben a una causa en específico, ni tampoco a un sexo en especial.
Si bien se ha comprobado que la población femenina es la que más experimenta esta enfermedad, lo cierto es que también la padecen los hombres en una cantidad considerable.
“Los niños no se deprimen”
Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) pone fin a este mito, pues el organismo ha documentado que el 3 % de la población infantil sufre de esta patología.
De esta forma, queda claro que a pesar de ser una enfermedad con gran prevalencia y que no discrimina de edad, sexo o condición social, el desconocimiento sobre los factores que complican la depresión aún es significativo, por ello los organismos internacionales y los especialistas en salud mental han intensificado acciones para concientizar la importancia de atender este trastorno.
Comentarios